¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Economía escriba una noticia?
El Banco de España decidió intervenir el Banco de Madrid, filial de la entidad andorrana BPA, después de que Andorra interviniera la casa matriz como consecuencia de la decisión de EEUU de declararla entidad sometida a "preocupación de primer orden" en materia de blanqueo de capitales.
"La Comisión Ejecutiva del Banco de España, en su sesión de hoy, ha acordado (...) la intervención de Banco de Madrid, designando interventores de la entidad a D. José Luis Gracia Cáceres y a D. Alejandro Gobernado Hernández, empleados del Banco de España", informó el martes el banco central en un comunicado.
El Banco de España explicó que la decisión busca "asegurar la continuidad de la actividad de esta entidad" teniendo en cuenta las decisiones de EEUU y Andorra, que hasta 2010 estaba incluido en la lista "gris" de paraísos fiscales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Horas antes, el jefe del Gobierno andorrano, Antoni Martí, había anunciado la intervención por parte del Instituto Nacional de Finanzas (INAF) del principado de la Banca Privada d'Andorra (BPA), tras una comunicación de Washington.
"Ayer, las autoridades estadounidenses responsables de la lucha contra el blanqueo de dinero nos comunicaron que hoy, esta misma tarde, se haría pública una declaración en la que se califica a Banca Privada d'Andorra -y cito textualmente- entidad sometida a 'preocupación de primer orden' en materia de blanqueo de capitales", dijo Martí.
"A raíz de esta calificación, las autoridades estadounidenses proponen una serie de medidas para limitar la capacidad operativa de Banca Privada d'Andorra en el futuro", añadió el jefe del Gobierno andorrano, afirmando que "por todo esto era necesario e imprescindible actuar de forma responsable y decidida".
Martí insistió en que se trata de un supuesto problema de mala praxis y "no de una situación de riesgo de solvencia o problemas de balance".
También el Banco de España recalca que "según la información recibida del INAF, su decisión no está basada en una eventual debilidad financiera de BPA ni de su grupo, sino en la necesidad de asegurar el cumplimiento por BPA de la normativa en materia de blanqueo de capitales".
El Banco de Madrid, que fue adquirido por BPA en 2011, es una entidad centrada en la banca privada con un volumen de activos bajo gestión de unos 4.000 millones de euros.