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Gates y Buffett, el cuarto y quinto más ricos del mundo, iniciaron en 2010 "The Giving Pledge" ("Compromiso de dar"), campaña a la que se sumaron dos años más tarde, 90 multimillonarios
Soy de la generación del señor Bill Gates. Tengo un año menos y ambos somos escorpianos. Crecí viéndolo madurar en sus muchos y variados logros. Pero además de su fenomenal contribución al adelanto tecnológico con el programa Windows, basado en el golpe de suerte de haber logrado adquirir el sistema operativo QDOS.
Dicho sistema operativo sería adquirido después por Bill Gates para Microsoft por 50 000 dólares y llegaría a ser la base de su imperio. Fue conocido como PC-DOS para los productos de IBM, en los que venía pre instalado. Sin embargo, sería MS-DOS el nombre más popular con el que se conocería en todo el mundo.
A partir de entonces su empresa Microsoft no cesó de crecer y facturar. Pero Bill no perdió el equilibrio, su acertado matrimonio con Melinda Gates lo estabilizó, lo desestresó, lo convirtió en hombre y padre de familia afectuoso y responsable. Sobre todo lo humanizó.
Fue así bajo la influencia de Melinda que Bill comprendió que la utilidad del dinero acumulado tiene un destino prioritario, una misión vital: servir a los seres humanos en riesgo, desprotegidos y con menores recursos. Fue así como donó sorpresivamente el 90% de su cuantiosa fortuna a causas benéficas. Y al cabo de pocos años la volvió a recuperar.
Según la revista Forbes, ocupa el lugar número 5 en la lista de los hombres más ricos del mundo. El cofundador de Microsoft cuenta con un patrimonio de 132 mil millones de dólares, de acuerdo con Forbes. Cabe mencionar que por muchos años ocupo los primeros lugares en la lista de los hombres más ricos del mundo, sin embargo, con el paso del tiempo Jeff Bezos, Elon Musk y hasta Carlos Slim le arrebataron el lugar.
Gates y Buffett, el cuarto y quinto más ricos del mundo, iniciaron en 2010 "The Giving Pledge" ("Compromiso de dar"), una campaña para alentar a los multimillonarios del planeta (sólo aquéllos con mil millones de dólares o más) a donar la mitad de su fortuna -vivos o en testamento- para causas filantrópicas.
Cuando Bill Gates y Warren Buffett planearon el proyecto quizás no se imaginaron que, dos años más tarde, 90 multimillonarios acordarían donar sus riquezas.
"Hacia el futuro preveo donar virtualmente toda mi riqueza" a la fundación Bill & Melinda Gates, lo que me hará descender o eventualmente salir de la clasificación de los hombres más ricos del mundo", escribió Gates en Twitter como parte de un hilo en donde explicaba los detalles de su reciente donación.
"Tengo la obligación de devolver mis recursos a la sociedad de forma que tengan el mayor impacto para reducir el sufrimiento y mejorar las vidas. Y espero que otras personas en posiciones de gran riqueza y privilegio también den un paso adelante en este momento", agregó en otro tuit.
En lo inmediato, Gates agregó que pretende aumentar su donación anual hasta los 9.000 millones para 2026, lo que supone un 50% más respecto a los niveles previos a la pandemia. Explicó que el aumento se debía a los efectos de diversos "contratiempos globales", como la pandemia, la invasión a Ucrania y la crisis climática.
La Fundación Bill & Melinda Gates trabaja para erradicar enfermedades como la malaria, mejorar la educación y la infraestructura sanitaria en numerosos países del Tercer Mundo.
Se estima que, en 2020, era la segunda fundación benéfica más grande del mundo, con un presupuesto de 49.800 millones de dólares y el respaldo de inversores como el multimillonario Warren Buffett.
Acerca de la religión opinó Gates: “Los sistemas morales de religión, creo, son superimportantes. Hemos educado a nuestros hijos de forma religiosa. Han ido a la Iglesia Católica a la que va Melinda, y en la que yo participo. He tenido mucha suerte, y por lo tanto es mi deber intentar reducir la desigualdad en el mundo. Eso es una especie de creencia religiosa. Es decir, al menos es una creencia moral”.
Sobre si Dios existe, dijo: “Estoy de acuerdo con gente como Richard Dawkins en que el hombre sintió la necesidad de mitos de la creación. Antes de que realmente empezáramos a entender la enfermedad y el clima y cosas así, buscábamos explicaciones falsas para ellas. Ahora la ciencia ha llenado parte del reino -no todo- que la religión solía ocupar. Pero el misterio y la belleza del mundo son abrumadoramente asombrosos, y no hay explicación científica de cómo llegaron a ser. Decir que se generó mediante números al azar parece, ¿sabes?, una visión poco caritativa. [risas]. Creo que tiene sentido creer en Dios, pero exactamente qué decisiones en tu vida haces de forma distinta por ello, no lo sé”.
Bill Gates es un hombre profundamente humanista y caritativo. Se preocupa por la vida del prójimo en alto riesgo. Él prefiere gastar su fortuna en vacunas y salvar vidas, que ir a Marte. Esto lo dice todo acerca de las prioridades de las que todos debemos ocuparnos.
Personalmente creo en Dios e intento hacer lo mejor posible por servir a mis hermanos en dificultades. Agradezco con toda sinceridad la existencia de personas como Bill y Melinda Gates, que dan la batalla diaria contra las enfermedades, la pobreza y la falta de educación y recursos para el desarrollo, en todo lugar del planeta donde haga falta.
Todos necesitamos contagiarnos de su ejemplo. Los budistas y los yoguis enseñan y dan cursos de compasión por el mundo. Pero son personas como Gates que hacen la diferencia, que practican la verdadera Compasión Proactiva.
Desde el corazón de todos los budas que fueron, son y serán, que los señores Bill y Melinda gocen de buena salud, prosperidad y sabiduría en todos sus días, así como su familia y seres queridos. Sepan que Dios los tiene en alta estima. No descuiden nunca el buen sendero que ya han trazado.