¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Sakurapion escriba una noticia?
Pekín está censurando todo lo que pone en duda su papel ante la crisis
La crisis por la epidemia del Coronavirus de Wuhan está poniendo a prueba el sistema político, económico y social de la segunda potencia del mundo, China. Si bien en un primer momento Pekín respondió ante lo sucedido con transparencia dando una relativa libertad a los medios de comunicación del país, ahora parece que todo está empezando a cambiar.
La revista económica china Caijing publicó un extenso artículo en el que ponían en duda las cifras aportadas oficialmente sobre fallecidos e infectados en la ciudad de Wuhan, epicentro del brote. El reportaje ha desaparecido de su página web, así como prácticamente todas las referencias a diferentes polémicas sobre la gestión de la crisis.
El artículo censurado recogía una decena de entrevistas con familiares de fallecidos en Wuhan por neumonía en los que se detalla que ante el desbordamiento de los hospitales, la mayoría de sospechosos de portar el virus son devueltos a sus domicilios con la orden de someterse a una cuarentena estricta. El problema es que todos los que mueren en sus domicilios no se estarían incluyendo en el recuento oficial de víctimas que cada mañana traslada la Comisión Nacional de Salud a la opinión pública y a la Organización Mundial de la Salud.
Coronavirus de Wuhan: ¿Ejemplo de censura?
El documento periodístico comienza relatando el caso de la familia de Lui Mei, cuyo suegro, un hombre de 73 años, murió de neumonía en su casa el pasado 26 de enero.
Mei relató a los reportero de Caijing que el anciano tenía síntomas del nuevo tipo de neumonía por coronavirus desde el día 21 de enero.
A pesar de que el anciano acudió a un hospital cuando comenzó a notar los primeros achaques de la enfermedad, este fue mandado a su casa.
Una vez muerto, una ambulancia lo recogió y su familia no lo volvió a ver.
Más tarde, recibieron una nota informando de su cremación en la que se detallaba que la autopsia reveló que sus pulmones estaban altamente infectados por una neumonía viral.
Sin embargo, su caso no fue incluido dentro del balance oficial de fallecidos.
Como este, en el artículo se detallan otras nueve historias similares que sirvieron de gota para colmar el vaso de la paciencia de un Gobierno, el de China, que no está acostumbrado a tener que dar explicaciones sobre lo que hace.
La respuesta de China
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, trató de salir al paso de las críticas afirmando que su Gobierno adoptó un enfoque abierto y responsable como respuesta a la crisis del Coronavirus de Wuhan y añadió que comparten rápidamente todos los datos.
Sobre las acusaciones de censura, Chunying sostiene que el ejecutivo está "luchando" contra la desinformación.
Agrega que "en algunos países, los departamentos gobiernos también están haciendo esfuerzos para responsabilizar a quienes fabrican y difunden rumores", refiriéndose a la lucha de Occidente contra las llamadas "fake news".
La portavoz recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha felicitado a las autoridades chinas por su respuesta ante la epidemia y llamó a no creer en mentiras y rumores "que son peores que el virus en sí".
Sin embargo, el papel de la OMS también ha sido puesto en duda por reportes que aseguran que parte de los miembros de su comité de crisis están fuertemente influenciados por Pekín.