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No la vemos y sin embargo nos protege de daños cuantificables, cubre todo el globo terráqueo, aún así podemos incidir sobre ella alterando su naturaleza protectora. Ahora bien, hay otra clase de atmósfera. Veamos
¿Que es la atmósfera? ¿En qué me beneficia conocer esta información? Veamos.
Si bien es cierto que la atmósfera es generalmente conocida como la capa gaseosa que envuelve un astro o la misma tierra que habitamos, (como se puede apreciar en la imagen ) vamos a trazar está analogía, que nos dará una mayor amplitud perceptiva y así mejorar nuestra calidad de vida, que a decir verdad, interesa mucho más que una clase de física y astronomía.
Mientras pensaba en una aplicación práctica de la información que iba a compartir con ustedes y buscando sobre el tema, me topé con varias definiciones, hasta que me quedé con esta, que se ajusta muy bien al contexto, a saber; "La atmósfera es el estado que rodea un lugar", ambiente o persona.
Lo interesante y apasionante de esto es descubrir que hay diferentes tipos de atmósferas. Y que aplican muy bien a nuestra psicología.
Llevo muchos años dedicados a estudiar los fenómenos de la percepción y en cómo funciona la "Atención".
La particularidad de mis estudios está dada en el marco del ilusionismo y a través del mismo, observar como la psicología del espectador se ve implicada en los diferentes tipos de atmósferas. Y así llegué a la conclusión de que la misma puede ser, creada y/o modificada. ¿Cómo?. A través de la sugestión.
La sugestión usada como herramienta en manos de un ilusionista es la manipulación ideada para que el público "vea más" de lo que realmente ocurre.
Esto aplicado a nosotros mismos y a los demás funciona igual.
Pero primero, para crear la sugestión hay que generar la atmósfera.
En una determinada atmósfera hay cosas que pueden parecer posibles, pero que nos resultarían absurdas en una atmósfera distinta. El clásico ejemplo es el de la historia de fantasmas.
Si te cuentan en la playa un día de sol que alguien se le apareció un fantasma, puede parecer absurdo pero si te lo cuentan frente al fuego en una habitación fría y poco iluminada de noche y con tormenta, la misma historia puede parecer factible. Entonces, en el análisis final la atmósfera es un estado mental. Hubo un tiempo en que los curanderos tenían mucho éxito en esto porque a la gente le encanta ver lo que quiere ver y experimentar lo que quiere esperimentar.
Entonces podrías analizar, cómo es tu atmósfera, lo que te rodea, tú lugar, que de hecho podría ser físico, pero también mental y por ende emocional .
En todos los contextos donde nos movemos existe un tipo de atmósfera, puede ser laboral, familiar, individual, en la pareja, en el barrio, en el colegio, en la facultad, etcétera.
Podemos hacer mucho para mejorar la atmósfera
Ahora bien, ¿puedes hacer algo para mejorar tu atmósfera? ¡Claro que sí! Y mucho.
Estos tres puntos te serán de Gran utilidad para observar y pensar.
Primero;
Controlando tu sugestionabilidad interior, ¿Qué significa esto? La autosugestión-el poder del pensamiento. Si piensas más de ti mismo de lo que es necesario pensar, entonces tienes un desafío que abordar, porque tus pensamientos se van a traducir en una atmósfera positiva y adecuada o negativa y desagradable. Reflexiona; ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Para llegar adonde? Estas preguntas, te animarán para descubrir si tienes que modificar o no tu capacidad mental a fin de crear una atmósfera distinta.
El segundo punto es tu actitud.
Que puede traducirse como tu disposición de ánimo, y es adónde te paras para afrontar o ver las cosas e interpretarlas. Y aquí el factor en juego son las herramientas y/o los recursos que dispones para pasar de tu estado presente a otro deseado, o los resultados.
Piensa ellos, para cada situación hay un recurso. Puedes utilizar el recurso de la resignificación, es decir; volver a buscar otro significado a la interpretación que estás haciendo en este momento, o esperar a que pasen las emociones más intensas para decidir actuar.
Tercer punto.
Gracias, buen día, perdón, permiso, discúlpame, estás podrían ser palabras que todos conocemos, pero, que tienen mucho poder de acción y modifican de manera cuantificable, la atmósfera donde más estamos y convivimos. Conceptos culturales, de educación mínima e indispensable, que establecen las reglas de convivencias básicas. Son valores sociales y juegan un rol fundamental para crear una buena atmósfera, máxime en el empleo.
Cómo los pensamientos no caen al vacío, al contrario, lo que pensás, y decís crean y modifican tú entorno.
Imagina tu propia vida o la de tus pares y observa como ellos crean sus propias atmósferas y se desenvuelven en ella. Así tendrás unas ventanas para observarte a ti mismo, y hasta podrías reducir notablemente el estrés a percatarte de que esa no es la atmósfera que quieres crear. Identificar y reparar es la clave, o más bien, corregir el curso.
Pregúntate, ¿Son quejumbrosos, críticos o desordenados?
Si soy consciente de que mi día empezó mal por algún percance que tuve y empiezo a proyectar mi enojo al pasajero, al cliente, al comerciante, a los colegas a mis compañeros, a mis pacientes, etcétera. Ya puedes vislumbrar cómo será la atmósfera el resto de tu día, con mucha y amarga tensión seguramente.
Para finalizar voy a contarte mí experiencia. En cierta ocasión estaba manejando un transporte público de pasajeros.
Al subir me pregunto uno de ellos: ¿Por qué siempre tratas con respeto a la gente? . A lo cual le respondí, que así creaba una atmósfera agradable para trabajar en paz y que este era mi lugar, dónde iba a pasar al resto del día, así que lo mejor era tratar bien al pasajero.
Estoy convencido de que lo más importante es intentar hacer que este estado que nos rodea a nosotros y a los demás ( que llamamos atmósfera) y que podría ser físico-mental, como leímos, se conviertea en un lugar agradable dónde queremos volver a estar.
La sugestión hace que veamos más de lo que realmente sucede