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Por ahí viene la Humanidad..., cada uno va por su camino, sólo se juntan por una cosa, los intereses económicos...,
Lo bueno y bonito sería que todos en este mundo global, nos sintiéramos unidos como lo que somos: la Humanidad.
No obstante parece que ahora más que nunca han vuelto a ser importantes las nacionalidades, las banderas, los himnos, los colores de cada uno, nuestro país, nuestra nación, nuestro idioma, nuestra religión, nuestra pandereta, nuestro equipo de fútbol y todo lo propio.
Al parecer somos incapaces de sentirnos iguales a otros que son de otra religión, de otro país, que hablan otro idioma, que tienen distintas formas de gobierno y de entender el mundo.
Lo cierto es que es ridículo que en los tiempos que nos ha tocado vivir, sigamos haciendo "la guerra" por nuestro lado, en lugar de remar todos juntos para conseguir un bien común.
Comprendo que cado uno es cada cual y que a cada uno le gusta lo suyo, pero eso no debería separarnos y sobre todo ahora en este momento de la historia en el cual el cambio climático, la pobreza global, las crisis y las guerras, todo está siendo tan complicado para que podamos vivir bien, y para que muchos puedan "simplemente vivir"
Pero lejos de que algo globalmente humanitario nos una de verdad (pelis y canciones aparte) vivimos tiempos de racismo, de la vuelta de la extrema derecha, de los intentos de dictaduras, de vuelta al control total de los ciudadanos por parte de sus gobernantes, de la violencia y los ataques verbales y los ataques bélicos, de las locuras decimonónicas de poder y guerra para conseguir riquezas y territorios.
Nada es capaz de unirnos, sólo nos unimos en los momentos de exaltación nacional o regional como partidos de futbol nacional, regional o internacional o de Olimpiadas, es una verdadera locura y parece un sinsentido, pero lo cierto es que es el pegamento más fuerte que existe...
Cuando nuestro equipo local o nacional se enfrenta a otro equipo de otra ciudad o de otro país, el fervor que nos une alrededor de ese equipo es alucinante, pero eso no supone que estemos unidos entre nosotros "per se", sino contra los de enfrente.
Nos unimos en bloques temporales contra otros bloques temporales de otro lugar, y una vez acaba la contienda, volvemos a nuestros cubículos y cada uno es cada cual, hasta la siguente ocasión.
No soy capaz de entender porque somos así, pero la verdad es que todo se basa en el egoísmo y los nacionalismos y los personalismos tanto nacionales, como regionales como unipersonales.
Somos compartimentos estancos que se mueven sólo por intereses, aunque somos buenos, somos egoístas y queremos lo mejor para nosotros caiga quien caiga, incluso sin saberlo, sin darnos cuenta nos comportamos de una forma cerrada y sólo pensamos en nuestro bien.
Humanos e inhumanos... todo en el mismo paquete, optemos por ser humanos en el buen sentido de la palabra...,
También es posible que estos fenómenos de egoismos y personalismos se den más en unas partes que otras del mundo, quizás en los países más privilegiados somos más egoístas e individualistas, porque tenemos más que perder y no queremos ni perderlo ni compartirlo, claro.
Había un ejemplo popular que de alguna manera ilustraba este hecho del individualismo: es el del vagón del tren y como sentarnos en el :
Un occidental busca el lugar vacío más alejado del sitio que esté ocupado, para no tener que compartir nada con un extraño, en cambio en países asiáticos o musulmanes (lo cierto es que no se exactamente cuales son, y seguramente sean los dos y sean coincidentes) se sientan en un sitio lo más cerca posible del ocupado, para tener compañía y hablar, incluso para sentirse más seguros.
Eso quizás defina las formas tan distintas de ser que tenemos en cada lugar del mundo.
Por otra parte y analizando a esas personas que se sientan cerca de los demás en un tren, quizás en el tema religioso no sean tan abiertos y no acepten cosas ya normalizadas en nuestros países, dado que sus religiones son su ley en gran manera, o mandan en sus costumbres centenarias que siguen siendo arcaicas.
Y eso al final de la historia es falta de educación, ni unos ni otros hemos sido educados de verdad de una manera fehaciente en algo vital : "EL RESPETO A LOS DEMÁS."
No se quien dijo, y si lo dijo exactamente alguien, la maravillosa frase "No comparto tu opinión, pero daría mi vida por defender tu derecho a expresarla"
Esa cita, esa frase resume la importancia de ayudarnos unos a otros incluso cuando es difícil que nos entendamos, pero si podemos RESPETARNOS...
Al final es algo tan sencillo que ya sabíamos desde los filósofos de todas las épocas, desde todas las religiones habidas y por haber "No hagáis a los demás lo que no queráis que os hagan a vosotros" "Trata a los demás como quisieras que te trataran a ti"
Es la Regla ó Ley de Oro, el Principio Moral que está por encima de todas las cosas, seas de donde seas y creas en lo que creas, o no creas.
La Ética que debe de mover al mundo, la fuerza que da sentido a toda la humanidad, la máxima que es tan fácil de entender porque es básica y es positiva, porque nos une en la bondad y en la ayuda mutua.
El camino puede ser duro, las expectativas de cada uno pueden irse a la porra, pero lo cierto y verdad es que si todos nos ayudamos o al menos no nos molestamos, no nos dañamos, las cosas pueden ir y van siempre a ir, mejor.
Respeto, ayuda mutua y bondad son las sencillas bases de la alegría y la felicidad.
Amor....,
Amén.