Los brujos son personas que aprendieron a trasladar su energía negativa sobre un objetivo definido, una historia real nos explicará como.

Anna estaba preocupada, había recibido un mensaje por whatsaap  de su madre pidiendo que le enviara a Venezuela  a un extraño  copia de su documento de identidad.

Anna se encontraba viviendo en Argentina junto a sus dos hijos y su marido, la madre por el contrario vivía en  Colombia ambas fuera de su país natal Venezuela desde hace más de dos años.

Esa solicitud le extrañó ya que no había ningún familiar de ella en Venezuela como para darle la copia de ese importante documento, devuelve el mensaje preguntando para que lo quería, con esa pregunta comenzó la pesadilla.

La madre de Anna pertenecía a una secta que cultivaba la magia negra, desde muy joven producto de una vida desordenada donde la promiscuidad y la ambición siempre rondó una  vida de fracasos que la llevó a vivir durmiendo en un sofá en la casa de su hija menor que junto a su esposo también practicaba la magia negra.

Anna recibió una nota de voz donde le explicaba que el  último marido de su madre que vivía en estos momentos en Portugal tenía un bien que quería vender en Venezuela, pero como era de un familiar de él no podía aparecer su nombre ni de alguien ligado a su persona y por ello necesitaba el documento de identidad para hacer una venta a nombre de Anne como vendedor sin generar problemas.

Eso causó de inmediato una sorpresa en Anne, su madre quería su documento para realizar una venta ficticia donde no se involucrara ni a su marido Martin ni a ella. Es decir un documento completamente ilegal.

Ese hecho por casualidades de la vida se unió a la visita de Rosaura a la casa de la hermana menor en Colombia donde residía su madre.

 Rosaura era la hija mayor adinerada, la cual era la consentida de la veterana mujer producto que era la única que podía enviarle dinero para mantener su necesidad de dinero fácil.

Rosaura al llegar constató junto a su marido, un hombre de gran cultura y poco amigo de la brujería, el enorme altar elaborado con imágenes satánicas, hecho que de inmediato puso incomodo al marido de la adinerada mujer.

Anna se niega a la solicitud de su madre aduciendo que ella estaba en otro país y eso era un delito, y no quería involucrarse en situaciones de ese tipo. Respuesta no esperada por una mujer acostumbrada a ese tipo de hechos.

La energía negativa es la base de la brujería

Lo siguiente fue varias llamadas efectuadas por los cuatro personajes componentes del culto a la magia negra, El marido que era un hombre que manejaba dos sectas que adoraban al demonio y que complementaba para sus trabajos, este desde Portugal emitió un mensaje por whatsaap donde por un conjuro le deseo el mal a la pobre joven desatando en ella nerviosismo, luego tocó el turno de la madre efectuando una llamada y amedrentando a  su hija le invoca al demonio deseándole un encuentro con este en un destino próximo, pero no es la peor de las noticias.

Una semana después de llegar Rosaura de viaje, ella también vivía en Argentina, pero en una zona de lujo no como Anne que vivía en una zona de clase media.

La sorpresa de Anne se derivó en un comentario que expresamente fue el motivo de su visita. Le dijo a Anne sin esperar, compra una protección,   hazlo, lo vas a necesitar. Para luego irse sin decir más.

Esto significaba mucho, Rosaura siempre fue defensora de las actividades de su madre, sin compartirlas, incluso las veía como simple ignorancia de su madre. Pero lo que vio en esa visita le puso los cabellos de punta. En un momento en que todos estaban pendientes de otra cosa, Rosaura se dirigió al baño, pero lo que no vieron como un problema los adoradores de Satán fue que era la primera visita de la hermana mayor y que podría equivocarse y entrar en el cuarto equivocado. Lo que vio fue un antes y un después para ella y su madre.

Fue un recuerdo que no compartió con su marido, era demasiada vergüenza, sólo centallas  de recuerdos la hacían sentirse atemorizada de la familia que tenía en Colombia. Un altar con muñecos con la cara de Anne y su familia rodeados de velas entre calaveras y velas todas atravesadas con alfileres.

Anne cayó enferma de inmediato, un dolor profundo en la espalda fue el inicio, eso recordó a su hermana de cómo un puñal atravesaba al muñeco con su cara.

Tres días después Anne compra una cruz y pasó por la iglesia para bendecirla y colocar en ella toda su esperanza y le manifestó al cura, este sin haberselo pedido le indica que se quede, que esa noche entre todos oraran por su protección, al día siguiente comenzó la recuperación, con el detalle de recibir un mensaje de su madre.  Mismo que no atendió.

Es un hecho que las energías negativas existen, una persona con algún problema de conducta donde esta genere odio desmedido, si lo une a drenar toda esa energía en un ídolo este sirve como especie de antena receptora. De ahí puede emitir su mal al destino que desee, no es un demonio, ni siquiera es que Satán es todo poderoso, es simplemente que rudimentariamente tiene el control de poder direccionar su odio, y para ello deben ser personas desequilibradas.

Sin embargo la cura es más fácil de lo que parece, es tener el mismo concepto pero al contrario, la fe, y no es cosa de dioses ni de santos, es el poder de la mente sobre las energías.

La energía positiva es infinitamente superior a la negativa, ya que nace de todo  ser y toma fuerzas de su alrededor, mientras que la negativa se alimenta de personas que tienen que estar conectadas a conciencia en el mal común.

Hoy, Anne está recuperada, sus hijos y esposos están con logros positivos, mientras que la madre e hija adoradoras del demonio fueron abandonadas en Colombia, el Brujo mayor que era el marido de su hija retornó a Venezuela dejándola con una hija recién nacida en sus brazos.

Los brujos no son más que personas muy malas con capacidad de transmitir su energía negativa

Hoy la veterana adoradora del diablo busca con necesidad ser llevada a Argentina por su hija mayor, la vida que desea miseria solo atrae miseria.

Anne solo piensa…

El demonio sigue presente.