¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Pistonudos escriba una noticia?
Crece la presión en Alemania contra la VDA -patronal de fabricantes alemanes- para que los diésel reduzcan sus emisiones contaminantes en condiciones reales. ¿De qué coches hablamos? Fundamentalmente de los Euro 5 y Euro 6, que no llegan a los 10 años de edad. Los políticos alemanes están muy al acecho por la cercanía de las elecciones.
Dentro del Nationales Forum Diesel tres grandes fabricantes han acordado reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno de sus coches mediante reprogramaciones de centralitas: BMW, Daimler (Mercedes-Benz) y el Grupo Volkswagen. Estamos hablando de unos cinco millones y pico de unidades, a un coste medio de unos 100 euros por coche, más de 500 millones de euros de coste. Es una cifra asumible.
Para los modelos que no tenga sentido reprogramar se ofrecerán descuentos para comprar un modelo nuevoSegún la VDA, se pueden reducir las emisiones en torno al 25-30%, cifra que los ecologistas de Deutsche Umwelthilfe reducen a la décima parte. Tengamos en cuenta que es muy "normal" que los límites legales de óxidos de nitrógeno de Euro 5 y Euro 6 se violan sistemáticamente por el doble o el cuádruple. Para Volkswagen no supone un gran trauma, porque más de la mitad de esas reprogramaciones ya se han hecho, y con el amparo de la autoridad federal de transporte, la KBA. Los propietarios que no hagan la campaña de Volkswagen -y sus marcas- no podrán seguir circulando, como vimos recientemente. La mayoría de los diésel que circulan en Alemania son Euro 5 (casi 6 millones), Euro 4 (unos 3, 5 millones) y Euro 6 (unos 2, 75 millones).
¿Cuántos petroleros contaminantes andan sueltos por Europa? En azul claro, los diésel sucios Euro 5, en morado los Euro 6 ? Fuente: Transport & Environment
Para los ecologistas esta campaña de revisión será insuficiente porque no se interviene en el sistema de escape a nivel físico, solo se reprograma, lo cual es menos eficaz. En Estados Unidos el Grupo Volkswagen no solo va a reprogramar los coches, también va a reemplazar los catalizadores de óxidos de nitrógeno, conocidos como "trampas NOx" o LNT (lean NOx trap). Es más, los verdes seguirán presionando para que los alcaldes de 16 grandes ciudades limiten o impidan la circulación de muchos diésel si sigue aumentando la contaminación. Obviamente los fabricantes prefieren no tocar los escapes porque eso dispararía los costes.
Las consecuencias de las reprogramaciones son inciertas, pero pueden derivar en un leve incremento del consumo de gasóleo (combustión más completa), más gasto de urea en modelos con SCR, y, en algunos casos, pérdida de potencia, ralentí inestable, problemas prematuros con las válvulas EGR, etc. Nada de esto reestablecerá la confianza del consumidor en las mecánicas diésel, pero se pretende acotar el daño para una industria que genera en Alemania decenas de miles de puestos de trabajo.