Fernando Fernández-Ladreda asumió la presidencia de la Real Federación Española de Tenis (RFEF), informó el organismo en un comunicado, tras la suspensión y posterior dimisión de José Luis Escañuela, cuestionado por su gestión y criticado por los jugadores.

"He asumido en el día de hoy el puesto de Presidente de la Real Federación Española de Tenis y, sin duda, mi primer objetivo va a ser el de recuperar la normalidad institucional y deportiva", afirmó el nuevo presidente de la RFET en el comunicado difundido el jueves. "Pido la ayuda y colaboración de todos para salir de la difícil situación actual, siempre teniendo como meta mantener al tenis español como uno de los máximos referentes de nuestro deporte a nivel internacional", añadió, tras varios días de tensión en el seno de la RFET.

Esta sucesión se produce después de que José Luis Escañuela y la vicepresidenta de la RFET, Olvido Aguilera, fueran suspendidos de sus funciones el miércoles por el Consejo Superior de Deportes (CSD) español, tras la apertura de expedientes disciplinarios por parte del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).

El TAD ya suspendió de sus funciones durante un mes el 24 de junio a Escañuelas por, presuntamente, no facilitar la información necesaria para auditar las cuentas de la Federación.

El lunes, los jugadores, entre ellos Rafael Nadal, publicaron una carta abierta en la que denunciaron "el deterioro y situación actual del tenis español", resultado del "liderazgo caótico y beligerante" de José Luis Escañuela.

Tras la suspensión por parte del CSD, Escañuelas dimitió el jueves de su puesto, según un acta notarial, que fue publicada por el diario deportivo Marca. "Esta decisión la formalizaré y será efectiva el próximo día 19 de julio, justo en el instante en que concluya la eliminatoria de Copa Davis frente a Rusia, liderada por Gala León", escribió.

España se juega ante Rusia del 17 al 19 de julio disputar el play-off de ascenso al Grupo Mundial de la Copa Davis, después de que el pasado año, la 'Armada' bajara de categoría al perder por 3-1 contra Brasil.

Precisamente, la decisión de nombrar a Gala León como capitana del equipo de Copa Davis español había ya provocado un enconamiento de las relaciones entre la jerarquía federativa y los tenistas españoles, que no estaban de acuerdo con la decisión.