Miami Beach fue declarada en estado de emergencia este sábado debido a las grandes aglomeraciones que se formaban durante las vacaciones de primavera.

Miles de personas de fiesta agrupadas en las calles, sin respetar las medidas sanitarias que recomiendan mantener dos metros de distancia entre las personas y llevar siempre mascarilla, provocaron que se estableciera el toque de queda a partir de las 20.00 horas.

"Por la noche, no hay duda de que se convierte en un lugar que parece... Fuera de control", ha reconocido Dan Gelber, el alcalde. "Ves cosas que te das cuenta de que no deberían suceder y que ninguna comunidad debería tener que soportarlo".

El administrador municipal, Raúl Aquila, aseguraba que estaban "abrumados" ante las multitudes que se asemejaban a un "concierto de rock". "No se podía ver el pavimento y no se podía ver la hierba", afirmó.

Sin embargo, las restricciones no han impedido que este sábado la fiesta continúe. La Policía de Miami Beach ha tenido que emplearse a fondo este sábado para tratar de disolver a los grandes grupos de turistas que se encontraban de fiesta en la calle, desafiando el nuevo toque de queda.

La intervención policial se saldó con empujones, huidas y varios detenidos.

El límite para estar en la calle es a las 20.00 horas, pero a esa hora, el Distrito Histórico Art Déco, una de las zonas más populares y festivas, se llenó rápidamente de gente celebrando la noche del sábado con alcohol y música.

Los agentes tuvieron que intervenir para cerrar los locales que permanecían abiertos y dispersar a la gente.