Mariano Rajoy y su gobierno no habrían podido mantenerse ni mantener sus políticas destructivas de derechas, si no contara con el apoyo, la complacencia y el interés pancista y oportunista de Ciudadanos, así que todo lo que nos ocurra como pueblo, si cambiamos el azul del PP por el naranja de Cs, nos lo habremos ganado a pulso. Como decía Aristóteles, cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Y así sólo iríamos irremisiblemente al exterminio de los derechos y libertades.

Hoy estamos viendo esa intolerancia ideológica de Cs en el debate de investidura de Quim Torra, "usted no ha venido a dirigir un gobierno, ha venido a dirigir un CDR" le decía Inés Arrimadas, afirmando sentir una enorme pena ante su candidatura. El mismo Ribera aprieta al Partido Popular y le retira su apoyo dejando toda responsabilidad a Rajoy por no ser "duro" como afirma y seguir manteniendo el artículo 155. Eso es democracia.

Si es o fue miembro de un Comité de defensa de la República o del referéndum no debería ser el tema del discurso de Cs, porque no se trata ya de lo que se hizo bien o mal por parte de los dos bandos, sino de llegar a conclusiones reales que mejoren la relación con el resto del país y que sobre todo garanticen el bienestar de la sociedad catalana, aportando ideas al diálogo político general e intentando restablecer el orden democrático y legal que esta comunidad merece y que el resto de los españoles esperamos. Y puesto que ya se dilata en el tiempo demasiado, ¿lo mejor no sería trabajar por encontrar las vías de entendimiento precisas, convenientes y exactas?

A este gobierno le preocupa más mantener los apoyos puntuales activos con que cuenta que enfrentarse a la probemática actual que nos copa

Ayer, el erudito presidente del Partido Popular en Cataluña Xavier García Albiol, decía en una rueda de prensa que el Sr. Torra debería pedir perdón, y lo dice tan tranquilo, sin mirarse el ombligo o el ombligo de su propio partido. ¿Cuando han pedido ellos perdón por algo? "Una plaga" así calificaba este demócrata a los rumanos, llamándeles "gitanos" y asegurando que sólo habían venido a "delinquir". ¿Ha pedido él perdón? ¿Lo ha pedido la Sra. Cifuentes por burlarse de todos esos estudiantes que se esfuerzan cada día por sacarse su Master mientras se desloman en trabajos precarios sonde trabajan más horas de las que sus salarios reflejan? ¿Ha pedido perdón el PP por tanta corrupción como soporta y nos hace soportar a los demás ciudadanos? No, ni lo harán.

La solución a tanto dislate entá en nuestras manos y le podemos dar el giro que mejor comulgue con las necesidades reales de nuestra sociedad. Hoy por hoy, si hacemos una comparativa de la estructura o el modelo de estado que tenemos con el que queremos de verdad en vistas a examinar las perspectivas de futuro que ofrecen uno y otro, la percepción es clara. A este gobierno le preocupa más mantener los apoyos activos y puntuales con que cuenta que enfrentarse a la problematica actual que nos copa, y lo hace así por que no le afecta, por la propia inercia de la inoperancia, por comodidad, a pesar de la preocupación ciudadana que reflejan las encuestas ante las cuestiones que más inquietan. No se averguenzan de mirar para otro lado mientras la calle se llena de protestas; pensionistas, mujeres, sindicatos, colectivos varios o cualquier petición justa, social y necesaria. Y es que en todo esto que hacen no hay ya ninguna sorpresa más que para quien no quiere enterarse o no le interesa hacerlo por ser esta la postura más cómoda. Es decir los socios de investidura, Ciudadanos, sobre todo ahora que han visto hinchado su saco de votos, según las encuestas.

Toda valiosa individualización esta sujeta al principio a una relativa servidumbre y en este hecho estriba su comportamiento contradictorio. Depender hoy, es servir, ciertamente, orbitar cerca del poder y al mismo tiempo extender la red para recoger mañana la captura. Este es su estilo, es el abrazo del oso. No seamos incautos, no caigamos en su juego esperpéntico y ruín, seamos pueblo y no tribu. Somo una sociedad políticamente madura. Necesitamos una regeneración política profunda y seria. Necesitamos un gobierno progresista que actúe escuchando al pueblo, conociendo sus necesidades y velando por el bien general sobre el bien particular. Un gobierno comprometido con políticas dirigidas a eliminar la desiguldad, la pobreza, el paro, el empleo precario y el bienestar social.

Ciudadanos nos quiere enterarse de nada ahora que han visto hinchado su saco de votos, según las encuestas