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Después del fracaso del gradualismo en Argentina muchos se preguntan si una utópica salida democrática bastará en Venezuela para salir adelante
¿Es posible un cambio democrático en Venezuela?
Después del fracaso del gradualismo en Argentina mucha gente duda que una salida democrática ya vista como utópica del mandato presidencial en Venezuela y para muchos dictatorial de Nicolás Maduro sea suficiente.
Para gran parte de los entendidos la sociedad venezolana está mucho más fracturada que la Argentina, su deuda pública es enorme, es decir que posiblemente más del ochenta por ciento del pueblo venezolano reciba un aporte del estado tanto como sueldo por formar parte del gigantesco aparataje publico o a través del polémico carnet de la patria por donde reciben el subsidio alimenticio como de otros servicios por ejemplo la gasolina. Este sistema según la opinión generalizada es muy efectivo para el control de masas por el efecto de la dependencia, pero con un alto costo que ha llevado junto a las políticas económicas a la bancarrota del que fuera el país más rico de Latinoamérica.
Y este panorama es lo que hace pensar que cualquier salida democrática se estrellará contra un muro de dependencia tal cual le ha pasado a Argentina y que difícilmente sobrevivirá a un país donde su gente piensa que ya no puede aguantar más necesidades y donde los políticos de la oposición venezolana no les hablan claro a su pueblo y les informan que todos esos gastos son imposibles de mantener
Esto solo es el inicio de lo que sería un panorama en donde se deban tomar decisiones fuertes que lleven más hambre y miseria, donde la parte más vulnerable de la sociedad sea la sacrificada para lograr el objetivo de sanear la economía.
Un gobierno que necesita para su subsistencia el apoyo popular muy difícilmente tomará ese camino e intentará realizar algo parecido a lo de Argentina que no es más que estirar la herida hasta que sea mortal para el país y como consecuencia la inoperancia para poder tener una economía saludable.
Expliquemos el panorama con economía para todos. Actualmente el estado es el mayor empleador del país, creando cuanto ministerio y parapeto público innecesario haga falta para tener el control de la gente. ¿Qué debemos entender de acá? Fácil, para el mantenimiento o mantención de todo esto debe haber recursos, es decir dinero que entre al estado, sin embargo la venta de petróleo que significa alrededor del noventa y cuatro por ciento (94%) del ingreso de divisas (dólares) al país está actualmente quebrada y no es suficiente para poder cancelar todo ese aparataje innecesario e inflado.
Ahora bien, para hacerlo ha tenido que acudir a los préstamos generando deuda internacional, donde China es para muchos el dueño de gran parte de los activos venezolanos. En igual medida es el uso del carnet de la patria donde todo lo otorgado para poderlo dar a precios muy por debajo del costo de mercado es subsidiado por el estado, es decir si la caja de comida Clap se la venden al pueblo a cien bolívares soberanos el gobierno paga a las empresas extranjeras mil soberanos, novecientos vienen de esos préstamos otorgados ya que lo poco que entra por el petróleo es absorbido para el pago de la deuda. Esto sin tomar en cuenta todo con respecto a la corrupción ya que ese aspecto es algo del que no se tienen datos pero debe de existir a gran escala por lo expresado por gobiernos como el de los Estados Unidos.
Hoy Venezuela está hundida en la pobreza, su economía es precaria, vive de lo que recibe de China cada cierto tiempo y como paradoja casi la totalidad de lo que vende debe pagárselo al mismo imperio asiático. El panorama no es más que la radicalización del comunismo.
Cambios drásticos pero necesarios. El venezolano lo aceptará
Este artículo expone en su premisa si un gobierno democrático dependiente de una cuota alta de popularidad podrá salir adelante, pues la respuesta real es no. Esto debido a que debe hacer ajustes rápidos que den al mundo económico una imagen de que están haciendo las cosas con raciocinio y no por populismo.
Medidas tajantes como reducir el aparataje publico en un ochenta por ciento que liberará al país de una deuda interminable de pago por el simple hecho de dominar a las masas. Es una acción que traerá oxigeno a la economía y no puede hacerse gradualmente como en el fracaso actual de Argentina, sino de golpe directo antes de que haga metástasis el cáncer dejado por el comunismo.
Sin embargo esto traerá una enorme ola de desempleo donde familias enteras estarán desamparadas por un tiempo de mediano plazo mientras el mundo vuelva a tener confianza en el país y la inversión extranjera se haga presente convirtiéndose en generador de empleo. Es de imaginarse un escenario donde el hambre será una consecuencia directa.
Igual caso deberá ocurrir con los subsidios otorgados en el carnet de la patria, ya que es un hecho que este instrumento nunca debió existir. El carnet de la patria no es más que un artilugio clásico de las tácticas del comunismo, donde dicta que quién tenga el control de la comida tendrá el control de la gente. Sin embargo el quitarlo de golpe traerá resultados impopulares y esta es una situación que de seguro será a mediano plazo y donde su solución está en el empleo el cual por ahora es inexistente por la estampida de las empresas que hacían vida en el país.
Para un gobierno democrático que no esté dispuesto a realizar estos cambios de forma drástica e intente solo colocar paños de agua tibia tendrá el mismo resultado que el argentino, donde un pueblo exige soluciones y el cual nadie le dice que no la va a tener. No pueden tener dos cosas, gratuidad y economía sana no son compatibles cuando la economía está en jaque.
Los entendidos estiman que la única salida es que Venezuela sea dirigida por un régimen que no dependa del populismo y que deba tomar decisiones fuertes en pro del bien común que se generará en no menos de diez años para llegar al inicio de una economía estable, pero que en esos diez años habrá un sufrimiento enorme para el venezolano común. Esto es la herencia del comunismo de la que Venezuela en apariencia no podrá escapar y elegir entre un fracaso como el Argentino donde lo que se avecina es la vuelta del comunismo y el deterioro final de su sociedad o diez años de miseria para llegar a la tranquilidad económica.
Y por último está lo concerniente a lo que es el control social, un país donde le han dado por los últimos veinte años el concepto que debe recibir y no trabajar por ello es un escollo enorme para cualquier cambio radical, esto podemos verlo en el modelo argentino alimentado por ese concepto desde que Perón lo creo. Controlar la presión pública por tener lo que nadie se atreve a decir que no tendrán sin sacrificio y que es la herencia de la tendencia comunista del facilismo es practicamente un imposible, eso al estar sembrado no hay gobierno democrático que puede manejarlo, solo bajo el viejo concepto de la mentira y las promesas que llevan al fracaso.
Lo que es seguro es que lo que necesita Venezuela no podrá ser solucionado bajo un régimen democrático dependiente del voto, ¿O ustedes creen lo contrario?
Esto es un artículo basado en múltiples opiniones que dentro de él no maneja una verdad absoluta sino verdades relativas que lleven a pensar sobre el futuro de un país que permanece en el limbo.
Democracia sin populismo