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Un potente terremoto de magnitud 6, 7 grados y sin consecuencias se produjo este lunes frente a las costas orientales de Nueva Zelanda, donde las autoridades han descartado una amenaza de tsunami.
El temblor, ocurrido a las 10H33 (22H33 GMT del domingo), se produjo en el mar, a 200 kilómetros de la ciudad de Gisborne, en la Isla Norte, y a 35 kilómetros de profundidad, según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS).
La defensa civil neozelandesa estimó "improbable que el temblor haya causado un tsunami que suponga una amenaza" para el país, ya que, el terremoto se produjo demasiado lejos de la costa y a mucha profundidad como para causar daños en tierra.
GeoNet, el servicio neozelandés de vigilancia de seísmos, calificó el temblor de "serio" y precisó que se sintió en la parte meridional de la Isla Norte y en la septentrional de la Isla Sur.
Nueva Zelanda se encuentra en el llamado 'Cinturón de fuego' del Pacífico, donde la colisión de placas continentales provoca numerosos temblores y una gran actividad sísmica.