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Los conflictos contra la industria minera en Perú sumaron otra muerte el lunes, la quinta en los últimos dos meses, una situación que ha llevado a los empresarios a advertir de un posible riesgo para las inversiones en el rubro.
Una persona falleció el lunes durante un enfrentamiento entre la policía y trabajadores de la minera de capitales chinos Shougang, en el sur de Perú, quienes se encuentran en huelga indefinida desde hace siete días.
"Tenemos reportado un trabajador fallecido por impacto de bala en la cara y otro herido tras los enfrentamientos con la policía", dijo a la prensa el doctor Juan Aguado, del Hospital de Nasca, cercano a la zona del conflicto.
Los enfrentamientos se registraron la mañana del lunes, cuando decenas de manifestantes intentaban bloquear las vías de acceso a la ciudad de Marcona (460 km al sur de Lima), que se encuentra sin comercio ni transporte desde hace siete días por la huelga.
Los obreros se quejan por el despido "arbitrario" de más de 60 trabajadores de esta empresa, la única productora de hierro en Perú.
Los conflictos en el rubro minero, clave para la economía peruana, se han intensificado a un año de las elecciones presidenciales.
El último viernes, el gobierno peruano decretó el estado de emergencia en la provincia de Islay, región Arequipa (sur), donde una protesta contra el proyecto cuprífero Tía María, de Southern (Grupo México), ya ha dejado cuatro muertos.
Esto implica la suspensión de las garantías personales, como la libertad de tránsito, inviolabilidad de domicilio y libertad de reunión, y permite la participación de las Fuerzas Armadas en el apoyo al control del orden público.
En este caso, los pobladores temen que la industria minera afecte sus actividades agrícolas y el medio ambiente. Los manifestantes recuerdan que la firma ya tiene sanciones previas por incumplir normas ambientales.
- Problemas en inversiones-
En Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre, la industria minera es clave para su crecimiento económico, que en 2014 anotó un 2, 35%, su menor tasa en los últimos cinco años.
"Los conflictos sociales y las protestas desmedidas están ahuyentando a los inversionistas y poniendo en riesgo los proyectos que se encuentran en cartera", dijo Perucámaras -organización que agrupa a las cámaras de comercio del país- en un comunicado.
Según la entidad, estos enfrentamientos pueden comprometer inversiones por hasta 63.000 millones de dólares, estimadas para los próximos cinco años.
"La paralización del proyecto minero Tía María en Arequipa, reeditando lo que ocurrió con el proyecto Conga en Cajamarca al inicio de este gobierno, tendría preocupantes consecuencias no solo en el futuro de la minería, sino también en la seguridad jurídica de las inversiones en general", dijo el presidente de Perucámaras, Peter Anders Moores.
El paralizado proyecto minero Conga en Cajamarca (norte) -que controlaba la canadiense Newmont- fue suspendido en 2011 en medio de la oposición y protestas de los pobladores.
En ese caso, los agricultores también reclamaban un posible daño por parte de la minera a sus actividades productivas.
Las protestas contra el sector minero, clave para la economía del Perú, se han intensificado durante el último año de gobierno del presidente Ollanta Humala.
Según la Defensoría del Pueblo, a marzo, se tienen registrados 211 conflictos sociales en el país, de los cuales el 67% está vinculado a temas de medio ambiente.
En medio de los conflictos, Perú espera que el sector minero se expanda un 4% en 2015, impulsado por el cobre.