Llevamos muchos años oyendo hablar del "smog" de la contaminación del aire en las ciudades o territorios por la quema de combustibles fósiles o de la fabricación de productos químicos.

Sabemos que afecta a la salud de miles de personas produciendo miles de muertes al año, no obstante hasta que no nos dicen los millones de Euros que cuesta intentar curar o cuidar a las personas enfermas o descontaminar el territorio que sea, no entendemos al parecer su magnitud.

Ahora estamos en un momento en el que confluyen dos graves problemas, el cambio climático y la invasión de Ucrania por Rusia.

Sabemos que vivimos tiempos de zozobra, que vamos a tener bastantes problemas, pero hasta que no notamos en el bolsillo las secuelas, no parece que nos demos cuenta de su importancia.

La invasión horripilante de Ucrania y sus consecuencias han hecho que suban muchísimo los precios de los productos alimenticios y de la gasolina, el diesel y como no la luz y el gas.

En ese momento cuando podemos valorar los porcentajes de las subidas de las patatas, del aceite de girasol y de la luz es cuando damos importancia a esa Guerra, desgraciadamente más que cuando nos dicen diariamente los muertos y los destrozos de los pueblos y ciudades de los pobres ucranianos.

Entonces, cuando hemos visto monetizada la tragedia es cuando la entendemos, entendemos que los precios han subido y aunque nos den pena los muertos y la tragedia, hasta que no lo convertimos en dinero, no sabemos valorarlo.

El cambio climático por otra parte está yendo muy deprisa y sus problemas derivados de la falta de lluvias, de las temperaturas extremas y de la falta de cosechas debido al calor y la sequía están a la orden del día.

Buenos días ¿me da un litro de agua? ¿cuanto está dispuesto/a a pagar? Tengo este presupuesto... pues mire, con eso le puedo dar un vasito de agua sin gas

Vemos como ya peligran islas de muchas partes del mundo por la subida de los mares, vemos como desaparecen los glaciares y zonas de costa están siendo absorbidas por los mares, eso ya está pasando.

No obstante, hasta que el mar no se nos lleve por delante, lo verdaderamente preocupante no es el problema, sino lo que valdría (caso de que se pudiera) solventar esa inundación con diques o lo que sea.

¿Cúanto vale que millones de personas tengan que ir a vivir a otros países por la inundación de sus ciudades o por la falta de lluvia y el inmenso calor insoportable?

Cuando nos dicen los miles de millones que valdrá solucionar o minimizar esos graves problemas, es cuando entendemos la grandeza del problema, cuando podemos y sabemos valorar su importancia.

Al final, los que tienen dinero, ya saben lo que les costará un billete a la Luna o a Marte, o un refugio nuclear para poder sobrevivir a una guerra atómica.

La mayoría entendemos la fuerza de esas graves consecuencias de nuestros actos, una vez entendemos que no podemos pagar para huir de la Tierra, ni siquiera para poder tener agua limpia para beber en caso de inundaciones o de sequías monstruosas.

Sólo nos movemos por el vil metal, el dinero es la medida de todas las cosas, el dinero es poder, el dinero es la vida.

Y así van las cosas en el mundo, con dinero puedes tener de momento todo lo que quieras, de momento,

Porque todo vale dinero.

Salud.